sábado, 18 de octubre de 2014

Reseña: ROMPIENDO LAS NORMAS, Katie McGarry

Título: Rompiendo las normas
Título original: Pushing the Limits
Colección: Rompiendo las normas (1 de 5)
Autora: Katie McGarry
Fecha de publicación USA: 31 de Julio de 2012
Fecha de publicación España: 1 de Mayo de 2013
Editorial: Darkiss
ISBN: 978-8468727493
Páginas: 432
Formato: Tapa blanda
PVP: 15.90€
Sinopsis:
ME DICEN QUE SEA UNA BUENA CHICA, QUE SAQUE BUENAS NOTAS, QUE SEA POPULAR… NO SABEN NADA SOBRE MÍ.
No recuerdo la noche que cambió mi vida. La noche en que pasé de ser popular a ser un bicho raro y marginado. Y mi familia está decidida a que siga así.
Decían que la terapia me ayudaría. No se esperaban a Noah. Noah es el tipo de chico sobre el que me advertían mis padres. Pero es el único que me escucha. El único dispuesto a ayudarme a averiguar la verdad. Sé que cada beso, cada promesa y cada caricia son algo prohibido.
PERO ¿Y SI ENCONTRAR TU DESTINO SIGNIFICA ROMPER TODAS LAS NORMAS?
Una novela valiente y poderosa sobre la pérdida, el cambio y la madurez pero, sobre todo, acerca del amor.
 
Reseña:
Tengo tantos sentimientos encontrados respecto a esta novela que no sabría ni por dónde empezar a comentar. Os explico por qué:
 
Mi gran problema con esta novela es... Noah; y cuando lees una novela con dos puntos de vista y uno de los personajes te cae mal, eso condena a la novela. Un problema es que un segundo Noah podía ser tierno y romántico y sencillamente un encanto, y al siguiente representaba todo lo que odio en un tío. Porque, chicas del mundo, quiero aclarar una cosa: que un chico venga y te diga "Eres mía" no es una declaración de amor, sino de posesividad, y lo siguiente que puedes esperar de él es que te pegue con un palo y te lleve a su cueva. Esta posesividad está muy de moda últimamente en la novela romántica (ya sea juvenil, new adult o adulta), sobre todo en la figura del chico malo, pero francamente no entiendo como nadie puede encontrar esto romántico. Y lo peor es que Echo está tan desesperada por una muestra de amor, que da por buenas todas las demostraciones de Neandertal de Noah. Pero después comentaré los problemas psicológicos de Echo.
El otro problema es que Noah es increíblemente egoísta respecto a la situación de sus hermanos. Está tan decidido a salirse con la suya y a llevarle la contraria a los adultos que le da igual que nunca vaya a poder darles las millones de cosas que necesitan dos niños pequeños. Tal vez aquí deba hacer un apunte a su favor, y es que la situación de Noah es bastante complicada. Perdió a sus padres en un incendio cuando tenía 15 años, lo separaron de sus hermanos, que eran muy pequeños, y desde entonces ha ido saltando de familia de acogida en familia de acogida sin tener demasiada suerte. Así que supongo que es normal que esté decepcionado de la vida en general, pero aún así... Su mente cuadriculada no lo deja pensar con claridad.
 
Luego está Echo, con tantos traumas y problemas psicológicos que es una maravilla que se levante de la cama. Echo es sumisa y está desesperada por aprobación y amor, pero no es porque sea una protagonista débil (de esas que tanto odio encontrarme en las novelas), sino que aquí, al menos, nos da una explicación razonable... bueno, tres: la relación con su padre y su madrastra, la pérdida de su hermano mayor al que adoraba, y el famoso incidente que no recuerda y que tiene que ver con su madre bipolar.
Y aquí entra la luz de esta novela, la señora Collins, una terapeuta que ayuda a Noah a encarrilar su vida y a Echo a enfrentar sus traumas y a recordar. Aunque el proceso de la recuperación de sus recuerdos se me hizo largo y pesado, sobre todo porque desde el primer flashback que tiene Echo queda bastante claro lo que pasó, pero ella es incapaz de verlo.
En general, Echo me ha gustado, especialmente en esos momentos en los que se rebela y se niega a ser la marioneta de nadie.
 
En cuanto a los personajes secundarios solo diré que no ha habido ni un solo personaje que me haya gustado a lo largo de toda la historia. Ha habido personajes que me han gustado en general, pero todos han tenido momentos en los que he pensado: "Oh, por favor, desaparece".
 
También tenemos la ya vieja historia de la diferencia de clases y la importancia de la posición social EN UN INSTITUTO (¡Ugh!), pero al punto al que quiero llegar es a lo que increíblemente sobrevalorado que está en esta novela la "normalidad". Porque, por favor, que alguien me explique qué c*** es la "normalidad". ¿Qué es? ¿La rutina de toda una vida? ¿Seguir con las mismas amigas aunque hayan demostrado ser lo peor? ¿Volver con tu ex-novio que no hace más que presionarte para hacer cosas que no quieres y al que le importan un pimiento tus sentimientos? Porque eso es lo que quieren nuestros protagonistas: Volver a la "normalidad". ¿No es más común en la literatura juvenil que los personajes quieran salir del cascarón y vivir una aventura? Pues bien, no busquéis eso aquí.
 
A pesar de lo que parezca, hay cosas que me han gustado. McGarry escribe bastante bien, y su prosa es capaz de conmover. Como he dicho antes, Noah tiene sus momentos buenos, sobre todo, al final, cuando madura y da un paso adelante y sale por fin del pasado en el que ha vivido atascado. O cuando Echo empieza a tomar decisiones por sí misma y, al final, acepta a su nuevo hermano y se reconcilia con su padre.
Rompiendo las normas tiene buenos momentos, pero, aún quitando los malos, no tiene nada especial que la diferencie del resto de novelas juveniles contemporáneas y románticas. Es una pena porque tenía muchas ganas de que me gustara este libro.

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